El SENY y la sensibilidad
21/11/2016
Soberbios ejemplos de arquitectura industrial nos recuerdan la inestimable labor de la burguesía catalana del XIX, al favorecer la libertad de los que se convirtieron en grandes de la arquitectura.
En menos de cincuenta años, los avances y desarrollos técnicos se extendieron por toda Europa, llevando la revolución industrial a casi cualquier confín del contienente. En España, el proceso industrializador tuvo un epicentro de especial intensidad en Cataluña, la pujanza, sobre todo en el ámbito textil, le permitió competir con las grandes regiones industriales inglesas, alemanas o belgas. La locomotora catalana fue conducida por un grupo de personas no sólo emprendedoras en lo económico, sino también cultos y con una innegable curiosidad artística.